Si alguna vez te has preguntado qué son las finanzas sostenibles, ¡no eres el único! Esta es una pregunta que cada vez más personas se hacen, ya que el impacto ambiental y social de las actividades económicas es cada vez más evidente. Sin embargo, para que no te quedes con la duda y conozcas más sobre este tema, continúa leyendo.
¿Qué son las finanzas sostenibles? Definición
Las finanzas sostenibles son un conjunto de factores que tienen en cuenta los criterios ambientales, sociales y de gobernabilidad (ESG, por sus siglas en inglés) a la hora de tomar decisiones de inversión, financiación o gestión de riesgos. El objetivo es contribuir al desarrollo sostenible, es decir, al equilibrio entre el crecimiento económico, la protección del medio ambiente y el bienestar social.
Las finanzas sostenibles no solo benefician al planeta y a las personas, sino también al rendimiento financiero. Diversos estudios han demostrado que las empresas que integran los criterios ESG tienen un menor riesgo, una mayor rentabilidad y una mejor reputación. Además, pueden contribuir a la transición hacia una economía baja en carbono y resiliente al cambio climático, así como a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Por todo ello, son una oportunidad para generar valor compartido y crear un futuro mejor para todos.
Criterios de las finanzas sostenibles
Estos criterios se utilizan cada vez más por los inversores para medir el desempeño financiero y el riesgo de las empresas, así como para alinear sus carteras con sus valores y objetivos.
- Ambiental:
Se refiere a cómo la empresa gestiona sus recursos naturales, reduce sus emisiones de gases de efecto invernadero, minimiza su huella ecológica y fomenta la economía circular.
- Social:
Se refiere a cómo la empresa trata a sus empleados, clientes, proveedores y comunidades donde opera, promoviendo la diversidad, la inclusión, derechos humanos y el desarrollo sostenible.
- Gobernanza:
Este punto tiene que ver en cómo la empresa se organiza internamente, establece sus políticas y procedimientos, respeta las normas legales y éticas, y rinde cuentas a sus accionistas y otras partes interesadas.
Los criterios ESG son una forma de incorporar la responsabilidad social corporativa y el impacto social en las decisiones de inversión, buscando generar valor a largo plazo tanto para los inversores como para la sociedad en general.
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Origen de las finanzas sostenibles
El término de finanzas sostenibles fue acuñado por la Comisión Europea para referirse a la inclusión de los criterios ambientales, sociales y de buena gobernanza (ESG) en las decisiones de inversión.
El origen de este concepto se remonta al Acuerdo de París, en el que la UE (Unión Europea) se comprometió a reducir un 40 % las emisiones de gases de efecto invernadero y a movilizar el capital privado hacia inversiones que contribuyan a la sostenibilidad. Para ello, la UE publicó en 2020 el Reglamento sobre Taxonomía de las finanzas sostenibles, que establece los requisitos y condiciones que deben cumplir las actividades e inversiones para ser consideradas sostenibles.
Estas se han convertido en una herramienta clave para impulsar la transformación del sistema financiero y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Algunos ejemplos de productos financieros sostenibles son los bonos verdes, los fondos de inversión sostenibles y los microcréditos.
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Formas de aplicar las finanzas sostenibles
Existen diferentes formas de aplicar las finanzas sostenibles que va según el grado de compromiso, el tipo de instrumento y el objetivo perseguido:
- La inversión socialmente responsable (ISR), que consiste en seleccionar o excluir activos financieros según criterios ESG, sin renunciar a la rentabilidad financiera.
- La inversión de impacto, que busca generar un impacto social o ambiental positivo y medible, además de un retorno financiero.
- La inversión temática, que se enfoca en sectores o actividades relacionados con la sostenibilidad como las energías renovables, la movilidad sostenible o la economía circular.
- Los bonos verdes, sociales y sostenibles, que son títulos de deuda emitidos por entidades públicas o privadas para financiar proyectos con beneficios ambientales o sociales.
- Los préstamos verdes y sostenibles, que son créditos concedidos por entidades financieras a empresas o proyectos que cumplen con criterios ESG o que contribuyen a la transición ecológica.
- Los fondos de inversión sostenibles, que son vehículos colectivos que invierten en activos financieros que cumplen con estándares ESG o que tienen un enfoque temático de sostenibilidad.
Estas modalidades de finanzas sostenibles están creciendo rápidamente en los últimos años, impulsadas por la demanda de los inversores, la regulación y la conciencia social.
Importancia de las finanzas sostenibles en la actualidad
Esto radica en que contribuyen a la transición hacia una economía más verde, inclusiva y responsable, por lo que estos son algunos puntos que debemos destacar:
1- Mitigan los riesgos asociados al cambio climático
Los daños materiales y humanos causados por eventos climáticos extremos como sequías, inundaciones, incendios o huracanes pueden afectar negativamente a la rentabilidad y solvencia de los activos financieros, así como a la estabilidad macroeconómica y social.
El riesgo de transición, que se refiere a los cambios regulatorios, tecnológicos o de preferencias de los consumidores que se producen como consecuencia de la transición hacia una economía baja en carbono que pueden generar pérdidas de valor o de competitividad para los activos financieros vinculados a sectores intensivos en emisiones de gases de efecto invernadero, como el petróleo, el carbón o el gas.
2- Fomentan la innovación y competitividad
Al impulsar la eficiencia energética, el uso de energías renovables, la economía circular y la responsabilidad social corporativa, las finanzas sostenibles fomentan la innovación y la competitividad de las empresas.
3- Favorecen al desarrollo humano y social
Las finanzas sostenibles apoyan proyectos que mejoran la calidad de vida, la salud, la educación, la equidad de género y los derechos humanos.
4- Genera oportunidades de inversión y financiación
Esto se debe a que crean nuevos mercados y productos financieros que responden a la demanda de los inversores y los consumidores conscientes.
5- Fortalecen la estabilidad financiera
Reducen la volatilidad, el cortoplacismo y la especulación. Además, promueven una mayor transparencia y rendición de cuentas.
6- Alinean intereses de agentes financieros
Gracias a las finanzas sostenibles se mantiene una relación con los objetivos globales de desarrollo sostenible como los acuerdos de París sobre el clima o la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
7- Movilizan los recursos financieros
Otro beneficio es que las finanzas sostenibles enfocan los recursos financieros hacia sectores clave para la sostenibilidad como las infraestructuras verdes, la agricultura sostenible, la movilidad limpia o la conservación de la biodiversidad.
8- Generan beneficios económicos, sociales y ambientales
Las finanzas sostenibles generan beneficios económicos, sociales y ambientales para todos los actores involucrados (empresas, inversores, clientes, empleados, proveedores, comunidades y medio ambiente), lo que favorece a una transición hacia una economía baja en carbono, inclusiva y resiliente, que respeta el medio ambiente y promueve el bienestar humano.
9- Impulsan el liderazgo y compromiso
Por otra parte, las finanzas sostenibles impulsan el liderazgo y el compromiso de los actores financieros con la sostenibilidad, al incorporar criterios ESG en sus estrategias, políticas, procesos y cultura organizativa.
10- Facilitan la cooperación y el diálogo entre los diferentes actores del sistema financiero
Los reguladores, supervisores, bancos centrales, entidades financieras, inversores institucionales, empresas, organizaciones sociales y organismos internacionales pueden tener relaciones más estrechas gracias a las finanzas sostenibles.
Cómo saber que un producto es financieramente sostenible
Para saber si un producto es financieramente sostenible hay que analizar varios aspectos como:
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Mercado
El mercado es el conjunto de clientes potenciales que demandan el producto o un sustituto cercano. Hay que estudiar su tamaño, crecimiento, preferencias y necesidades.
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Competencia
Se trata del conjunto de empresas que ofrecen el mismo producto o uno similar. Hay que identificar sus fortalezas, debilidades, estrategias y cuotas de mercado.
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Costos
En este punto hablamos de los gastos que implica producir y distribuir el producto. Hay que estimar los costos fijos, variables, directos e indirectos, así como los márgenes de beneficio.
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Ingresos
Se trata de las cantidades que se obtienen por la venta del producto. Hay que proyectar los precios, unidades vendidas, elasticidad de la demanda y canales de distribución.
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Riesgos
Son las incertidumbres que pueden afectar al desempeño financiero del producto. Hay que evaluar los riesgos internos, externos, operativos y financieros, así como las medidas de mitigación.
Por lo tanto, un producto es financieramente sostenible cuando genera suficientes ingresos para cubrir los costos y obtener un rendimiento adecuado, teniendo en cuenta el mercado, la competencia y los riesgos. Para ello, se puede utilizar herramientas como el análisis financiero, el punto de equilibrio, el valor actual neto o la tasa interna de retorno.
¿Por qué invertir en finanzas sostenibles?
- Significa apostar por un modelo económico que busca generar valor a largo plazo, respetando los límites del planeta y las necesidades de las personas.
- La sociedad se beneficia de una mayor movilización de recursos hacia sectores clave para el desarrollo sostenible como las energías renovables, la movilidad eléctrica, la agricultura ecológica o la salud.
- Son cada vez más relevantes para evaluar la solvencia y la competitividad de las empresas, así como para anticipar posibles escenarios regulatorios, reputacionales o de mercado.
- Las empresas que integran los criterios ESG en su gestión tienen más probabilidades de adaptarse a los cambios y de generar valor a largo plazo.
- Cada vez más inversores se suman a esta tendencia, impulsados por la evidencia científica, la demanda social y las oportunidades de negocio.
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