Si alguna vez te has preguntado cómo dejar de procrastinar porque quisieras ser más productivo, te alegrará saber que no estás solo y que hay respuesta para esta pregunta. Por eso, continúa leyendo porque a continuación te diremos algunos consejos para lograrlo.
¿Qué es ser un procrastinador?
Para entender cómo dejar de procrastinar primero es necesario saber qué significa esto. Ser un procrastinador es postergar las tareas que deben realizarse, sustituyéndolas por otras más agradables.
La diferencia con simplemente posponer las cosas es que la procrastinación se convierte en un hábito crónico que puede afectar el rendimiento y bienestar de una persona.
¿Cómo evitar procrastinar?
Ahora sí, dejar de posponer las cosas e iniciar con las tareas necesarias puede parecer difícil, pero existen diversos métodos para combatir la procrastinación. A continuación te presentamos 20 técnicas efectivas para acabar con este hábito.
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Identificar las razones por las que estás procrastinando
Puede haber factores internos como el miedo al fracaso, la perfección, la falta de interés o el aburrimiento, o factores externos como la distracción, la falta de recursos o el exceso de trabajo. Reconocer las causas puede ayudarte a encontrar soluciones adecuadas.
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Establecer objetivos claros y específicos
Tus objetivos deben ser SMART: específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales, son importantes para que puedas enfocar tu atención en medir el progreso y celebrar tus logros.
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Dividir las tareas grandes en pequeñas
Las tareas grandes pueden parecerte abrumadoras y desalentadoras, lo que puede provocarte que evites o aplaces. Dividirlas en subtareas más pequeñas y manejables puede facilitarte el inicio y el mantenimiento del trabajo.
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Priorizar las tareas según su importancia y urgencia
Recuerda, no todas las tareas tienen el mismo nivel de prioridad o urgencia. Algunas pueden ser más importantes para alcanzar los objetivos, mientras que otras pueden tener plazos más cercanos o consecuencias más graves si no la haces. Por eso, priorizarlas puede ayudarte a decidir qué hacer primero y qué dejar para después.
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Planificar el tiempo y el espacio de trabajo
Tener un horario y un lugar adecuado para trabajar puede ayudarte a mejorar la eficiencia y la calidad de tu trabajo. Puedes estimar un tiempo para cada tarea, teniendo en cuenta los imprevistos y los descansos, y elegir un espacio de trabajo que sea cómodo, ordenado y libre de distracciones.
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Eliminar o reducir las distracciones
Las distracciones pueden ser internas como los pensamientos negativos, las emociones o los impulsos, o externas como el teléfono, el internet, la televisión o las personas. Estas pueden interrumpir tu concentración y el flujo de trabajo, lo que puede aumentar tu procrastinación.
Por eso, es importante eliminarlas o reducirlas lo más posible para que puedas realizar tus actividades.
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Usar técnicas de concentración y relajación
Otro dato para dejar de procrastinar es entrenar tu concentración y relajación. Algunas técnicas que te pueden ayudar son la respiración profunda, meditación, visualización, música o los aromas.
Esto puede ayudarte a calmar tu mente, reducir el estrés y a aumentar tu creatividad.
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Aplicar la regla de los dos minutos
La regla de los dos minutos consiste en hacer inmediatamente cualquier tarea que se pueda completar en menos de dos minutos sin importar su importancia o urgencia. Esto te puede ayudar a evitar la acumulación de tareas pequeñas y a generar un impulso positivo para seguir trabajando.
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Usar la técnica pomodoro
Esta es otra opción para dejar de procrastinar. La técnica pomodoro consiste en dividir el tiempo de trabajo en intervalos de 25 minutos, seguidos por pausas de 5 minutos. Después de cuatro intervalos de trabajo puedes hacer una pausa más larga de 15 a 30 minutos. Esto puede ayudarte a mejorar la concentración, a evitar el agotamiento y a aumentar la motivación.
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Usar aplicaciones o herramientas digitales para la gestión del tiempo
Existen muchas aplicaciones o herramientas digitales que pueden facilitar la gestión del tiempo, la organización de las tareas, el seguimiento del progreso y el control de las distracciones.
Algunas opciones son: Google Calendar, Trello, Evernote o Forest. Tú eliges.
11. Aplicar técnicas de automotivación
Otra opción para dejar de procrastinar también es decirte afirmaciones positivas, hacer ejercicios de visualizaciones, y recibir incentivos o plantearte desafíos para aumentar tu interés, entusiasmo y compromiso con las tareas.
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Buscar ayuda o apoyo cuando sea necesario
Procrastinar algo muy común en la actualidad, así que puedes buscar apoyo o ayuda si lo necesitas.
Puedes consultar fuentes de información fiables y actualizadas, pedir orientación o asesoramiento a profesionales o expertos y solicitar colaboración o feedback a familiares, amigos o compañeros.
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Aceptar los errores y aprender de ellos
Comienza a ver los errores como oportunidades de mejora y no como fracasos definitivos. Podrás analizar las causas y las consecuencias de estos y buscar soluciones o alternativas para evitarlos en el futuro.
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Celebrar los logros y reconocer los esfuerzos
Una forma para que dejes de procrastinar es que empieces a valorar los resultados y avances que has obtenido en función de tus metas y no en comparación con los demás. Prémiate por los esfuerzos realizados y no solo por los éxitos que has conseguido.
15. Cultivar hábitos saludables que beneficien el cuerpo y la mente
Practica actividades físicas regulares que mejoren tu salud cardiovascular, muscular y ósea. Además, recuerda mantener una alimentación balanceada para que tu cuerpo y tu mente estén alineados.
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Aprender a decir no
Decir no a las peticiones o compromisos que no sean relevantes o urgentes para tus objetivos te ayudará a enfocarte en tu meta.
17. Evitar la perfección
Acepta que puedes cometer errores o tener dificultades en el proceso. Esto es algo normal y que todas las personas cometemos.
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Identificar y cuestionar las creencias o pensamientos negativos que te impidan actuar o te generen ansiedad o estrés
Para dejar de procrastinar muchas veces tenemos que controlar la mente. Esos pensamientos como “no puedo” o “no seré capaz de lograrlo” o “no sé” solo son creencias limitantes que te impedirán avanzar hacia tu meta. Por lo tanto, contrólalos y enfócate en otras cosas.
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Piensa en la meta no en el inicio
Para evitar la procrastinación es importante que te centres en la meta final y no en solo todo lo que implica comenzar, ya que pensar en el inicio puede abrumarte; mientras que si te centras en lo que vas a lograr al final puede ser gratificante.
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Asumir las responsabilidades
Otro consejo para dejar de procrastinar es que pienses realmente en las consecuencias de tus acciones o inacciones. Por ejemplo, si no haces la tarea para la universidad que es importante, ¿qué puede pasar? Puede que no pases la materia, que te cueste más un parcial o examen, etc. Las consecuencias te darán una base importante para iniciar.
Eso sí, recuerda que cada persona es diferente. Lo que funciona para algunos puede que no funcione para otros. Por eso, es fundamental conocer cuáles son tus desencadenantes que te hacen procrastinar y cómo combatirlos. Prueba diferentes métodos y ve cuál se adapta mejor a tus necesidades.
10 indicios de que eres propenso a procrastinar
Considera estos indicios como un estado inicial. Si respondes afirmativamente a la mayoría de ellos, entonces solo queda tomar en cuenta los consejos que ya mencionamos:
- Tu lugar de trabajo está desorganizado.
- Generalmente no mantienes un calendario con tus tareas.
- Optas por rendirte ante una gratificación inmediata como tomar un descanso sin organizar tu tiempo, en vez de realizar tus obligaciones y después descansar.
- Eludes tus deberes o se los asignas a otros.
- Te sientes inseguro al tomar decisiones.
- Te gustaría tener el mínimo involucramiento posible en tus compromisos laborales o académicos.
- Pierdes la concentración con regularidad: alteras tus búsquedas cuando estás en internet y 10 minutos de tiempo libre se transforman en 1 hora.
- Sientes hambre, te desplazas constantemente o encuentras cualquier excusa que perturbe tu concentración.
- Te aburres fácilmente.
- Tiendes a reflexionar mucho en las alternativas (tienes una mente muy imaginativa).
¿Por qué procrastinamos?
Hay varias razones por las cuales una persona tiende a procrastinar, pero estas pueden ser las más importantes:
1. Administras mal tu tiempo
Esto puede ser el resultado de no haber encontrado un sistema efectivo que te permita ejecutar la mayoría de tus tareas sin demora. Cuando la organización o la administración eficiente del tiempo son deficientes, esto puede convertirse en un hábito que impacte tu rendimiento.
2. Experimentas miedo
Cuando estamos asustados preferimos evitar el suceso desagradable y por ello lo posponemos. Este miedo puede estar también relacionado a las personas que te rodean o a quienes evaluarán tu trabajo.
3. No cuidas tu salud física
Recuerda, la alimentación, el descanso y el ejercicio son esenciales para todos. Si tu cuerpo no está balanceado, tus niveles de energía disminuyen y esto te impide realizar tus responsabilidades. Esto puede estar ligado al sentimiento de hastío y la falta de motivación para llevar a cabo tareas desafiantes.
4. Te dominan la apatía, pereza o la indecisión
En algún punto todos nos hemos sentido reacios a hacer algo que consideramos aburrido o desafiante, pero usualmente contamos con la fuerza de voluntad para superarlo. Si sobreanalizas las situaciones producirá un efecto adverso que no te permitirá actuar o, simplemente, te resignarás a la comodidad y creerás que está bien no dar el máximo esfuerzo.
5. Sufres inseguridades sobre tus habilidades
La procrastinación también está vinculada con un cierto grado de inseguridad. ¿Por qué eliges hacer algo que no te traerá beneficios a medio o largo plazo? Es posible que tus expectativas de éxito y fracaso te abrumen más que tu deseo de efectuar las tareas.
Ahora que ya sabes cómo dejar de procrastinar, recuerda que superar este inconveniente no solo mejorarás tu rendimiento académico o laboral, sino que también desarrollarás habilidades importantes para la vida.
En la Universidad Madero (UMAD) queremos que continúes con este proceso de crecimiento a través todos los programas académicos que tenemos para ti en función de tu desarrollo integral. ¡Descubre cómo podemos ayudarte a alcanzar tus metas!